

Los seguros privados de salud ofrecen una alternativa o complemento al sistema de salud público, permitiendo a los individuos elegir entre diversas coberturas y servicios. Comprender las distintas modalidades es clave para seleccionar la opción que mejor se adapte a las necesidades y preferencias de cada uno.
1. Cuadro Médico Cerrado (Managed Care/HMO - Health Maintenance Organization)
En esta modalidad, el asegurado tiene acceso a una red específica de médicos, especialistas, clínicas y hospitales concertados por la compañía aseguradora. La principal ventaja es el coste generalmente más bajo de las primas, ya que la compañía tiene acuerdos preferenciales con estos proveedores. Sin embargo, la libertad de elección está limitada a los profesionales y centros incluidos en el cuadro médico. Para acceder a un especialista, a menudo se requiere una derivación del médico de cabecera de la propia red.
2. Reembolso de Gastos (Reimbursement/PPO - Preferred Provider Organization)
Esta modalidad ofrece una mayor libertad de elección, permitiendo al asegurado acudir a cualquier médico o centro, tanto dentro como fuera de la red de la aseguradora. El asegurado adelanta el pago de los servicios y, posteriormente, la compañía le reembolsa un porcentaje del coste (normalmente entre el 80% y el 100%), según las condiciones de la póliza. Aunque las primas suelen ser más elevadas que en el cuadro médico cerrado, esta opción es ideal para quienes valoran la flexibilidad y desean mantener a sus médicos de confianza.
3. Mixto o Combinado
Como su nombre indica, esta modalidad combina características de las dos anteriores. El asegurado puede optar por utilizar el cuadro médico cerrado para ciertos servicios, beneficiándose de costes reducidos, y al mismo tiempo tener la opción de reembolso para otros servicios específicos, lo que le otorga una mayor flexibilidad. La proporción y los límites entre ambas opciones varían según la póliza.
4. Cobertura Ambulatoria (Outpatient Coverage)
Este tipo de seguro se enfoca específicamente en la atención médica que no requiere hospitalización. Incluye consultas con especialistas, pruebas diagnósticas (análisis, radiografías), rehabilitación, y otras terapias ambulatorias. Es una opción más económica que las pólizas completas y puede ser adecuada para personas que buscan complementar la atención primaria o cubrir tratamientos específicos sin necesidad de cobertura hospitalaria.
5. Cobertura Hospitalaria (Inpatient Coverage)
A diferencia de la cobertura ambulatoria, esta modalidad se centra en los costes derivados de ingresos hospitalarios. Cubre estancias en el hospital, cirugías, medicación administrada durante la hospitalización, cuidados intensivos, y otros gastos relacionados con la internación. A menudo se contrata en conjunto con la cobertura ambulatoria para obtener una protección completa, o de forma independiente para quienes ya cuentan con cobertura ambulatoria por otros medios.
6. Seguros Dentales y de Visión (Dental and Vision Insurance)
Aunque a menudo se ofrecen como suplementos o pólizas separadas, es importante mencionarlos. Estos seguros cubren tratamientos específicos de salud bucodental (revisiones, limpiezas, empastes, ortodoncias) y salud ocular (revisiones, gafas, lentillas, cirugías refractivas). Pueden ser un complemento valioso para una póliza de salud general, ya que a menudo la cobertura estándar en estas áreas es limitada.